Situada en un acantilado junto al Port de Sant Miquel, en el norte de la isla, Can Marçà es la única cueva kárstica en Ibiza abierta a las visitas. Una experiencia idónea apta para todas las edades que muestra el mundo subterráneo de la isla y su papel en la historia del lugar, pues durante largo tiempo fue utilizada por los contrabandistas para esconder sus mercancías. Con una duración de 30 minutos y explicado en varios idiomas, su recorrido os descubrirá espeleotemas, estalactitas, estalagmitas, lagos y una cascada con espectáculo de luz. Sin olvidar la increíble panorámica sobre la costa, la isla de Sa Ferradura y la torre de Es Molar que disfrutaréis en el acceso a la cueva. Entre las facilidades disponibles, encontraréis aparcamiento gratuito, mirador con servicio de bar y tienda de souvenirs.